PATRULLA-X: ESPECIE EN PELIGRO


Patrulla-X: La calma antes de la tormenta

La historia que sirvió de prólogo a "Complejo de Mesías", recopilada en un único y apocalíptico volumen de lujo.

 
En el comienzo, existía La Patrulla-X. Sin más.

Era el título más importante de la Marvel de finales de los setenta y principios de los ochenta; la colección que había que seguir. A los lectores le gustaba tanto que no dejaban de pedir nuevos títulos protagonizados por mutantes: temidos y odiados por la humanidad que habían jurado proteger, pero inmensamente rentables. La editorial colmó los deseos de sus fieles, con una cada vez más abultada cantidad de nuevas series. Cuando todas ellas se habían constituido en lo que hemos dado en denominar la Franquicia Mutante, empezaron a relacionarse cada cierto tiempo, a través de crossovers: historias de sustancial importancia que comenzaban en una serie, continuaban en otra, seguían en otra más, volvían a la primera... Así hasta completarse.

Los crossovers mutantes, que nacieron en los estertores de los ochenta pero vivieron su apogeo en los noventa, contaban habitualmente con el aplauso de los lectores, ansiosos porque sus personajes favoritos interactuasen entre ellos... Pero acabaron por morir de éxito. Marvel abusó tanto del recurso que las series perdieron su individualidad y muchos aficionados las abandonaron. Fueron, en definitiva, una pieza clave en la crisis editorial que desembocaría en la llegada de Joe Quesada como nuevo Director Editorial, en agosto de 2000 y con una promesa bajo el brazo: "No más crossovers".

Se cumplió durante el tiempo que habría de venir: siete largos años en los que se redujo la Franquicia Mutante a un número manejable de series y en los que cada título recuperó la importancia perdida. Lo divertido es que, con el paso del tiempo, los mismos aficionados que habían denostado los crossovers empezaron a echarlos de menos. Recordaban cuánto les gustaban algunos de esos gigantescos eventos, antes de que se convirtieran en una costumbre que se repetía cada pocos meses. Echaban de menos los primeros crossovers, como "Inferno" o "La canción del verdugo", cuando en ellos se contaba algo verdaderamente importante.

Porque, para construir un buen crossover, lo primero que necesitas es una gran historia que implique a una cantidad significativa de personajes y que altere el statu quo en su conjunto.

En 2007, por fin la tenían. Un par de años antes, se había publicado "Dinastía de M", escrita por Brian Michael Bendis y dibujada por Olivier Coipel, con la que Marvel "devolvió el genio a la botella", en palabras de Joe Quesada. Durante la saga, La Bruja Escarlata, arrastrada por la locura que ya había mostrado en "Vengadores Desunidos", utilizaba sus poderes para reducir drásticamente la población mutante mundial. De los millones que se contabilizaban por entonces, se pasó a una cifra ridícula: poco menos de doscientos individuos en todo el planeta.

"No más mutantes". Con esas palabras de Wanda Maximoff se quería recuperar la sensación, perdida tiempo atrás, de que los mutantes eran algo verdaderamente excepcional, una raza perseguida hasta la desesperación, siempre al borde del exterminio. A raíz de lo ocurrido en "Dinastía de M", la franquicia viviría un nuevo impulso como no lo había tenido en mucho tiempo, con nuevas colecciones de máximo interés, como la resucitada X-Factor, y con una vuelta de timón a las dos cabeceras fundamentales. Los excepcionales guionistas Ed Brubaker y Mike Carey, se harían cargo de ellas, para dar lugar a impresionantes aventuras como "Génesis Mortal", "Ascenso y caída del Imperio Shi'ar", o "Supernovas", todas ellas recopiladas en sus respectivos volúmenes de Marvel Deluxe.

Inmersos en las consecuencias de "Dinastía de M", estos dos autores, junto a Axel Alonso, el editor responsable de la franquicia, convinieron que, una vez analizado el nuevo escenario en el que se movía el homo superior, había llegado el momento de abordar de manera conjunta las grandes preguntas que estaban encima de la mesa. ¿Hacia dónde se dirigían los mutantes? ¿Existía alguna manera de revertir el hechizo de La Bruja Escarlata? ¿Qué estaría dispuesta a hacer La Patrulla-X para conseguirlo? Sí, definitivamente tenían una gran historia que contar. Las diferentes colecciones prepararían el terreno, al tiempo que acogían el relato que nos ocupa aquí: "Especie en peligro", un serial dividido en nada menos que diecisiete partes, en el que se narra la frenética búsqueda de una respuesta al terrible problema de la extinción.

"Especie en peligro", además de señalar el camino hacia "Complejo de mesías", el primer crossover mutante en siete años, marca el punto en que los mutantes, personalizados en LA Bestia, toman conciencia de que se enfrentan a una muerte segura, no sólo como individuos, sino en su conjunto: la que fuera una raza destinada a heredar la Tierra se encuentra ahora en un callejón sin salida desde el que sólo cabe aguardar la oscuridad y el olvido. Estamos ante una obra reflexiva, pesimista, cimentada sobre la paz que sólo existe en los cementerios y en la que los autores de la franquicia demuestran su enorme capacidad para hablar con una sola voz. En contraste con el ambicioso proyecto al que serviría de prólogo, un "Complejo de mesías" que ya asomaba en el horizonte, "Especie en peligro" representa esa calma tensa que anticipa la más grande de las tormentas.  
Julián M. Clemente

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